BASEBALL: Proponen dejar a peloteros cubanos jugar en extranjero

20.12.2010 17:41
Reuters

 

Por Nelson Acosta

LA HABANA (Reuters) - Preocupado por las deserciones que desangran al béisbol cubano, una leyenda de la pelota acaba de lanzar una idea tan revolucionaria como polémica: permitir a sus jugadores contratarse en el extranjero.

La propuesta de Víctor Mesa, un popular ex jardinero central de la selección nacional, promete levantar olas en Cuba, un país que abolió hace casi medio siglo el deporte profesional por considerarlo una forma de explotación.

Los peloteros son idolatrados en Cuba, pero con salarios medios equivalentes a unos 18 dólares mensuales viven a años luz de sus colegas de las Grandes Ligas de Estados Unidos.

La tentación ha llevado a decenas de jugadores cubanos a desertar durante torneos en el extranjero o emigrar ilegalmente a Estados Unidos, a sólo 145 kilómetros del otro lado del Estrecho de Florida.

"Me duele como una patada en la vida cada vez que nos llevan a un atleta formado por la revolución", dijo Mesa, de 50 años, campeón olímpico de Barcelona 1992.

"A mí me gustaría, por ejemplo, que los peloteros nuestros jugaran 8 años en las series nacionales y después el Estado les permitiera ser contratados para jugar en ligas de Venezuela, Nicaragua, Japón, Corea del Sur o México", dijo a Reuters.

Cuba, durante décadas un favorito en cualquier torneo de béisbol, ha ido cediendo protagonismo en lides de primer nivel.

En el 2009 perdió la final de la Copa Mundial ante Estados Unidos y terminó quinto en el Clásico Mundial. En los Juegos de Pekín 2008 cayó en la final contra Corea del Sur.

Este año los resultados fueron mixtos: perdió con República Dominicana en el Premundial de Puerto Rico, pero luego ganó la Copa Intercontinental en Taiwán.

Mesa sabe que su idea encontrará resistencia. De hecho el ministro de Economía pareció poncharlo el fin de semana, cuando aclaró que en el 2011 Cuba sólo prevé seguir exportando servicios de entrenadores y técnicos deportivos.

"No se está planteando en los lineamientos contratar a la ligera a atletas de alto rendimiento en el exterior", afirmó Marino Murillo al Parlamento.

ROBO DE ATLETAS

En Cuba el deporte es visto como una forma de mostrar los logros del sistema socialista. Sus atletas compiten por amor a la patria, no por dinero.

Pero casi dos décadas de crisis económica y deterioro de la calidad de vida atizaron las deserciones. Mesa calcula que unos 300 peloteros abandonaron el país en los últimos años.

El pitcher Aroldis Chapman, por ejemplo, se fugó en el 2009 durante un torneo en Holanda y firmó este año un contrato por seis años por 30 millones de dólares para los Rojos de Cincinnati.

Según fuentes deportivas, unos 40 juveniles salieron de Cuba en los últimos meses, en muchos casos recogidos en la costa por lanchas contratadas por agentes que esperan colocarlos luego en las Grandes Ligas.

"Nos están robando atletas de edades tempranas entre 14 y 18 años de edad", dijo Mesa.

El Gobierno cubano ha denunciado el robo de deportistas como parte de medio siglo de agresiones de Estados Unidos, su enemigo ideológico.

Permitir que los peloteros sean contratados en el extranjero no significa profesionalizar la Serie Nacional en Cuba. Tampoco quiere decir que fichen por las Grandes Ligas, puesto que Estados Unidos mantiene un férreo embargo comercial contra la isla.

Un sistema similar de contratos existe desde la década de 1990 para los entrenadores cubanos. Mesa, por ejemplo, preparó y jugó en equipos en Japón y acaba de firmar como manager del equipo mexicano Petroleros de Manatitlán para la próxima temporada.

El ex jugador lanzó su idea en círculos del béisbol local y espera defenderla pronto durante un debate nacional sobre las reformas económicas promovido por el presidente Raúl Castro.

"Yo hice una propuesta y no se vio de manera muy positiva en el país. Pero lo dije con la mejor idea, como cubano, como beisbolista", explicó.

La Federación Cubana de Béisbol, cuyo vicepresidente es Antonio Castro, uno de los hijos del líder cubano Fidel Castro, no ha dicho ni una palabra.

Pero un semanario oficial publicó recientemente declaraciones de Mesa defendiendo la contratación en el extranjero.

Y la polémica ya está en las calles.

"La idea de Mesa no eleva, ni desarrolla el béisbol en Cuba. Al contrario, acaba con él", dijo Félix Salazar, un aficionado que discutía en la "esquina caliente" de un parque de La Habana.

(Reporte de Nelson Acosta; editado por Esteban Israel)